martes, 2 de diciembre de 2014

El Señor de los Anillos: mi compañía y Saruman

Cuando salió el primer “teaser” de la película de El Señor de los Anillos con la locución de “Mister Voice” se montó un hype de mucho cuidado. El Señor de los Anillos es un mito para todo aquel que halla jugado a rol, miniaturas o simplemente halla leído libros de fantasía. Con la única existencia de la penosa película animada de 1978, la aparición de esta película creó muchísima expectación, más aún cuando Games Workshop anunció que iba a sacar un juego ambientado en la Tierra Media...



Siempre ha habido miniaturas de El Señor de los Anillos, pero hasta que no apareció esta gama dejaban bastante que desear. Estas miniaturas, o al menos al principio, estaban diseñadas por los hermanos Perry y pese a que muchos pensábamos que podríamos añadirlas a nuestros ejércitos de Warhammer, se cuidaron muy mucho de que fueran una escala ligeramente distinta (con proporciones “más reales”) y no se pudieran mezclar. Para más inri el juego era bastante malo, muy simplón para atraer nuevo público, ocurrió casi lo contrario, la gente lo dejó de lado. Recuerdo bajarme el reglamento básico, leerlo y que no me gustara nada.

Cuando cerró la librería Saga compré en liquidación la caja de la compañía del anillo, y la guardé para algún día pintarla, y pasaron años, años y años… y mi hermano me los regaló pintados :D, me encantan como le quedaron, a raíz de eso decidí que me compraría miniaturas sueltas de este juego (o del Hobbit) por coleccionismo.

Las miniaturas de la compañía están pintadas como salen en la película, tonos marrones y verdes apagados para casi todo excepto para algunas ropas, las fotos desmerecen a la realidad:

Aragorn. Hay que ver lo que se parece esta miniatura al actor, me gusta mucho la ropa en verde.

Gimli. Aunque no se aprecia bien la nariz coloradota le da un toque muy bueno, toda la vestimenta en marrón, vaya infierno para ir diferenciándolo.


Gandalf. La cara le ha quedado espectacular, el toque de “barba sucia amarillenta” le da un toque de realismo, tanto el actor como la miniatura “clavan” al Gandalf que teníamos todos en la cabeza.


Merry. Quizá la miniatura que menos se parece al actor, quien sabe si porque el actor no quiso o por qué, la ropa verde luminosa le da un toque hobbitiano.


Legolas. Tiene un porte muy élfico, debió ser una de las miniaturas que más se vendió ya que existen varios modelos.

Boromir. Otra que se parece mucho al actor, tu propio Sean Bean para matarlo cuanto quieras. Me gusta mucho el escudo.


Pippin. El cuarto hobbit, con el gesto de miedo que pone el actor, genial.


Frodo. Tampoco se parece mucho al actor, y tiene una cara de pocas pulgas exagerada.


Sam. Gordote como el actor y amenazador, con la mochila con todo tipo de utensilios a cuestas, hasta la sartén, está genial.



Y aquí tenéis la foto de grupo, mi idea es hacerles algún día (cuando mi hija se case o así), una peana escénica. De momento ya solo así impresionan verlos juntos.



La siguiente miniatura en añadirse a la colección fue Saruman, se la compré a Arendal, quien a su vez ya la había comprado pintada. El blanco está bastante rugoso así que repinté algunas partes donde el pintor original se había salido, añadí barniz brillante a la Palantir y le cambié la peana que era la verde típica de Warhammer por una similar a la de los demás. Está un escalón por debajo de las otras pero aún así me gusta, es quizá un poco distinta de Christopher Lee, con unos kilillos de más.


Si recordáis, en mi equipo silvano de Blood Bowl puse de entrenador a Tom Bombadil y de médico a Baya de Oro, aunque no estén en esta colección, quizá los vuelva a comprar ya que Tom Bombadil es uno de mis personajes favoritos.

Actualización 2020: He pintado un Nazgûl.

Espero que os haya gustado. ¡Hasta otra! ¡Dol! ¡Derry dol!

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